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Sorigué recibe en La Plana del Corb la visita de varios equipos de investigación en biorresiduos
Sorigué recibe en La Plana del Corb la visita de varios equipos de investigación en biorresiduos
El Departamento de Innovación ha recibido a un grupo de investigadores del centro tecnológico BETA de la Universidad de Vic para ahondar en las posibilidades de los biorresiduos como generadores de energías, biofertilizantes y agua.
El complejo industrial de Sorigué en La Plana del Corb, Lleida, fue la sede de un taller titulado “Hacia una ganadería sostenible” al que asistieron una veintena de investigadores del centro tecnológico BETA de la Universidad de Vic que trabajan en diferentes proyectos relacionados con el aprovechamiento de los biorresiduos.
El Departamento de Innovación de Sorigué fue el anfitrión de este encuentro que giró en torno a la experiencia del proyecto Noguera Renovables como caso de éxito.
Ubicado en Vallfogona de Balaguer (Lleida), Noguera Renovables es una sociedad compuesta por Sorigué, Axpo Iberia y Torre Santamaría que produce biometano a partir de purines ganaderos. En este proyecto, Sorigué aporta su amplia experiencia en el procesamiento de fangos procedentes de estaciones depuradoras de aguas residuales para transformar unas 73.000 toneladas anuales de purines en biogás que, tras ser depurado, permite obtener biometano de alta calidad.
Los investigadores de BETA reunidos en Sorigué pudieron conocer de cerca las instalaciones de Noguera Renovables, capaz de introducir unos 26 GWh/año a la red de gas, y resolver dudas sobre su funcionamiento.
Proyectos con biorresiduos
Los participantes en el taller intercambiaron impresiones sobre los diferentes proyectos en los que se encuentran trabajando actualmente y que se enmarcan dentro de la economía circular.
Ana Robles, representante del proyecto Novafert, dio a conocer el alcance de esta iniciativa europea en la que participan nueve socios para inventariar productos y tecnologías relacionados con fertilizantes orgánicos, organominerales y minerales de base biológica, reduciendo la dependencia de los fertilizantes minerales.
Isabella De Bona Muñoz habló en nombre del proyecto Go Digeva con el que se pretende poner a prueba una tecnología de evaporación al vacío para procesar digestato y producir concentrados ricos en nutrientes y agua de calidad.
El digestato es el remanente líquido que queda después de la digestión anaeróbica de biorresiduos, así que para los investigadores de Go Digeva, Noguera Renovables se presenta como un entorno idóneo para probar su trabajo en condiciones industriales reales.
De otro lado, Ignacio García-Berro dio a conocer el proyecto HarvRESt, en el que también participa Sorigué y con el que se persigue la integración de plantas de biogás en el sector agropecuario. Basándose en la producción de biogás de Noguera Renovables a través de sus cuatro digestores, los investigadores se proponen crear un modelo similar con biorresiduos de origen agrícola como los que se producen en granjas de cereales y evaluar el potencial fertilizante de los nutrientes recuperados del digestato.
Por la descarbonización
En la actualidad, las instalaciones de Noguera Renovables permiten al Departamento de Innovación de Sorigué poner en marcha dos plantas piloto para el desarrollo de sus investigaciones.
La primera de ellas, VAL2H2, trabaja con restos de poda procedentes del mantenimiento de parques y jardines para conseguir hidrógeno, fundamental en la descarbonización ya que permite alimentar con energía eléctrica el sector de la movilidad pesada compuesto por camiones, aviones y barcos que requieren de alta potencia.
El segundo proyecto liderado por Sorigué que cuenta con su propia planta piloto en Noguera Renovables es Despoliplast. En este caso se busca validar una tecnología de despolimerización catalítica para transformar residuos plásticos no reciclables en recursos energéticos. Los investigadores trabajan con piezas provenientes del desguace de coches y con membranas de ósmosis inversa usadas en la desalación del agua.
Para Sorigué, los proyectos I+D+i constituyen una fuente de nuevos conocimientos, materiales y tecnologías que pueden ser aplicados a sus propias áreas de negocio, al tiempo que contribuyen al desarrollo de procesos mucho más limpios y sostenibles para el medioambiente.